Para celebrar su 50 aniversario, Boss presenta una edición limitada de 3 de sus pedales más clásicos y populares, el DS-1 Distortion, el SD-1 Super Overdrive y el BD-2 Blues Driver con un acabado metalizado y motivos decorativos diferenciales.

Antes del DS-1, la mayoría de pedales de distorsión producían sonidos ásperos, sucios y zumbantes con ajustes de ganancia altos. En 1978, los ingenieros de BOSS introdujeron una revolución con el desarrollo de un exclusivo circuito de distorsión para el DS-1 que produce una ganancia nítida y afilada, con gran riqueza de armónicos, preservando las características particulares de diferentes guitarras y técnicas de interpretación. En los años 70 y 80, el rock duro, el metal y el punk empezaron a popularizarse, y el sonido del DS-1 tuvo una influencia seminal en esos géneros. Esa tendencia se ha prolongado a lo largo de varias generaciones, y músicos del mundo entero siguen persiguiendo el sonido clásico del DS-1.

GANANCIA SUAVE O POTENTE

La modesta interfaz del DS-1 compuesta por tres diales permite obtener muchos colores sonoros diferentes. Su vanguardista circuito de dos etapas incorpora ganancia de transistor y amplificador operacional. Este enfoque es esencial para conseguir el característico sonido redondo en graves del DS-1, muy del gusto de los guitarristas de heavy. El dial de distorsión ofrece un rango muy amplio, desde un realce suave para dar un buen empujón a amplificadores y pedales hasta una ganancia a toda máquina para tocar riffs rockeros monstruosos.

POTENTE MODELADO DE SONIDO

A diferencia de los típicos controles de sonido que solo cortan los agudos, el circuito del DS-1 incluye un innovador diseño que ofrece un rango mucho mayor. Al girar el dial en sentido horario se aumentan los agudos y se reducen los graves, mientras que al hacerlo en sentido contrario se obtiene el efecto opuesto. Esto te permite conseguir todo tipo de resultados, desde sonidos nítidos para tocar ritmos cortantes hasta voces gruesas y fluidas para tocar solos. El control del sonido es especialmente efectivo para obtener graves bien definidos al utilizar el DS-1 para realzar amplificadores vintage, que a menudo suenan embarrados con otros pedales de distorsión.